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¿CÓMO SE MIDE LA POTENCIA EN EL ENTRENAMIENTO DE CICLISMO?

Medir los watts—la potencia generada al pedalear—ha transformado el entrenamiento ciclista de la intuición a la precisión. Entrenar con base en la potencia permite a los ciclistas controlar su esfuerzo, evaluar su condición física y ejecutar sesiones estructuradas con claridad. Al entender cómo funcionan los watts, es posible entrenar con la intensidad adecuada, dosificar mejor en carrera y ver mejoras reales a lo largo del tiempo. Este artículo explica cómo hacer seguimiento de los watts en el ciclismo utilizando herramientas, conceptos clave y mejores prácticas.

Entendiendo los watts y las métricas de potencia


Los watts miden cuánta energía genera un ciclista en los pedales, ofreciendo un dato objetivo del rendimiento. A diferencia de la frecuencia cardíaca, que puede verse afectada por el estrés, la fatiga o el clima, la potencia refleja el esfuerzo real en tiempo real.


Conceptos clave sobre potencia


Los ciclistas suelen usar métricas como el Umbral Funcional de Potencia (FTP), que estima la potencia máxima sostenible durante una hora, y la Potencia Normalizada (NP), que considera la variabilidad del esfuerzo. El Training Stress Score (TSS) combina intensidad y duración, ayudando a manejar la carga de entrenamiento y la recuperación.


Por qué importan los watts


Entrenar con potencia permite trabajar zonas específicas del sistema energético: resistencia al 55–75% del FTP, ritmo al 76–90%, umbral al 91–105% y VO₂ máx. en porcentajes más altos. Esta precisión asegura que cada sesión cumpla su objetivo fisiológico, optimizando el tiempo disponible para entrenar.


  • El FTP sirve como referencia para definir zonas de entrenamiento

  • La NP refleja condiciones de carrera con esfuerzos variables

  • El TSS ayuda a planificar y controlar la carga semanal

  • Los watts dan retroalimentación objetiva y en tiempo real


Comprender estas métricas es el primer paso hacia un entrenamiento ciclista estructurado y basado en datos.


Herramientas para medir watts


Medir los watts con precisión requiere herramientas adecuadas. Hoy existen varios dispositivos que cuantifican la potencia, desde sistemas en la biela hasta sensores en pedales y bujes. Elegir el adecuado depende del presupuesto, compatibilidad y tipo de entrenamiento.


Potenciómetros


Los potenciómetros miden la fuerza aplicada al tren motriz y la convierten en lecturas de watts. Hay opciones en las bielas (como SRAM o Quarq), en los pedales (Garmin Vector, Favero Assioma) y en los bujes. Los medidores en pedales son portátiles y fáciles de instalar, mientras que los de biela o araña ofrecen precisión constante en configuraciones dedicadas.


Ciclocomputadores y software


Los ciclistas utilizan computadoras como Garmin o Wahoo para ver los datos de potencia en tiempo real. Programas como TrainingPeaks, GoldenCheetah o Zwift permiten analizar el rendimiento tras cada salida, con métricas sobre tendencia, fatiga y progreso.


  • Potenciómetros en pedales: portátiles y fáciles de instalar

  • Sistemas en bielas: alta precisión y fiabilidad

  • Ciclocomputadores para seguimiento durante las salidas

  • Software para análisis detallado y monitoreo del progreso


Combinar hardware y software garantiza que no solo se registren los watts, sino que se conviertan en decisiones de entrenamiento con base real.


El entrenamiento, rendimiento y preparación física en el ciclismo son clave porque optimizan la resistencia, fuerza y técnica de los ciclistas, mejoran la eficiencia en carrera, previenen lesiones y permiten alcanzar metas competitivas o personales, impulsando el progreso y la disciplina en el deporte.

El entrenamiento, rendimiento y preparación física en el ciclismo son clave porque optimizan la resistencia, fuerza y técnica de los ciclistas, mejoran la eficiencia en carrera, previenen lesiones y permiten alcanzar metas competitivas o personales, impulsando el progreso y la disciplina en el deporte.

Aplicar los watts al entrenamiento estructurado


Medir la potencia solo es útil si se integra en un plan de entrenamiento estructurado. Las sesiones basadas en potencia permiten buscar adaptaciones específicas, evaluar avances y maximizar el rendimiento en cualquier modalidad.


Diseño de entrenamientos por zonas


Los entrenamientos se pueden planificar en torno a zonas de potencia. Por ejemplo, las salidas de resistencia se hacen al 60–70% del FTP, mientras que las series por intervalos trabajan zonas de umbral o VO₂ máx. Repetir estos estímulos de forma sistemática eleva el FTP y mejora la capacidad general.


Seguimiento del progreso


El progreso se evalúa retestando el FTP cada 6 a 8 semanas y analizando el TSS acumulado. Comparar la potencia normalizada en recorridos similares ayuda a medir mejoras en eficiencia y resistencia al cansancio. También se puede revisar el rendimiento en carreras observando los watts promedio en segmentos clave como subidas o cronos.


  • Usar zonas de potencia para enfocar cada sesión

  • Reevaluar el FTP periódicamente para ajustar intensidades

  • Monitorear la carga de entrenamiento con TSS

  • Analizar datos post-carrera para identificar oportunidades de mejora


Aplicado con estrategia, el seguimiento de watts convierte el entrenamiento ciclista en un proceso basado en ciencia que maximiza resultados.


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