Aprende a prevenir la deshidratación en climas calurosos con estrategias de hidratación, consejos de nutrición y ajustes de estilo de vida para actividades al aire libre seguras.
CÓMO PREPARO LA NUTRICIÓN PARA CICLISMO GRAVEL
El ciclismo gravel exige a tu cuerpo recorrer largas distancias, terrenos mixtos y zonas remotas donde el apoyo es limitado. Para rendir al máximo y evitar quedarte sin energía, es esencial controlar tu nutrición antes, durante y después de la salida. Aquí tienes una guía práctica para alimentarte correctamente y tener éxito en gravel.

Por qué las rutas gravel requieren nutrición especial
El ciclismo gravel combina resistencia, desnivel y condiciones rudas: no es exactamente ciclismo de carretera ni de montaña. Estas rutas suelen durar entre 4 y 10 horas, con acceso limitado a puntos de comida. Una mala planificación puede dejarte deshidratado, sin energía o con calambres en medio de la nada.
Demandas energéticas únicas del gravel
A diferencia de carreras cortas de carretera, las rutas gravel implican largos periodos en marchas bajas, terrenos blandos o ascensos pronunciados. Tu cuerpo consume glucógeno rápidamente y depende de un aporte constante de energía para mantener potencia y concentración.
Duración más larga quema más calorías: espera 500–800 por hora
El terreno variable aumenta la fatiga muscular
Calor o altitud pueden aumentar la pérdida de líquidos
La falta de estaciones de reabastecimiento requiere autosuficiencia
La tolerancia digestiva importa: lo que funciona en carretera puede fallar en gravel
La nutrición específica para gravel se enfoca en comida real, envases resistentes y carbohidratos de liberación lenta. Debes equilibrar conveniencia y rendimiento: cuando estés a 50 km de la ciudad más cercana, ya será tarde para cambiar tus snacks.
Consejos de nutrición antes y durante la ruta
Una nutrición inteligente empieza horas antes de la salida y continúa de forma constante en el sillín. Ya sea un gravel fondo, una ruta ultra-resistencia o un paseo grupal casual, estos principios te ayudarán a mantener las piernas en movimiento y la mente despejada.
Nutrición previa: construye la base
Busca una comida rica en carbohidratos 2–3 horas antes de la salida. Piensa en avena, arroz, tostadas o pancakes con mantequilla de frutos secos. Evita exceso de grasa o fibra para minimizar molestias digestivas. Incluye hidratación con electrolitos, especialmente en climas cálidos.
Ejemplo de comida: avena + plátano + miel + bebida con electrolitos
Bebe agua de manera constante, no toda de golpe
Carga de sodio previa si la temperatura supera 27°C
Durante la ruta: aliméntate como un profesional
La regla de oro: come temprano y a menudo. No esperes a tener hambre o sentir fatiga. La mayoría de los ciclistas gravel apuntan a 60–90 g de carbohidratos por hora usando una combinación de fuentes: geles, barras, comida real y mezclas líquidas.
Divide los carbohidratos entre sólidos (barras, tortitas de arroz) y líquidos (mezclas, bidones blandos)
Incluye sodio (400–700 mg/hora) en rutas calientes o húmedas
Usa cafeína estratégicamente para un impulso de energía en la segunda mitad
Prueba todo antes del día de la carrera: sin sorpresas
Usa recordatorios o temporizadores para no olvidarte de comer
Opciones populares a mitad de ruta incluyen tortillas con mantequilla de maní, papas saladas, barras de higo y gomitas energéticas. Los wraps y alimentos blandos se mastican más fácil en caminos irregulares. Evita alimentos quebradizos o desordenados que se vuelven poco apetitosos tras dos horas de movimiento.
Hidratación, recuperación y consejos finales
La nutrición no termina cuando finaliza la ruta, ni siquiera durante un descanso rápido. Hidratación y recuperación son clave para el rendimiento, especialmente en aventuras gravel de varios días o entrenamientos consecutivos.
Mantente por delante de la deshidratación
Apunta a 500–750 ml de líquidos por hora, ajustando según tu sudoración
Incluye electrolitos: solo agua puede diluir el sodio
Bebe antes de sentir sed, especialmente en condiciones secas o ventosas
Lleva mezcla extra en bolsas pequeñas para puntos de recarga
Usa mochila de hidratación para rutas de más de 3 horas
Recuperación post-ruta: reabastece para reconstruir
Dentro de los 30–60 minutos posteriores a la salida, consume una comida equilibrada con carbohidratos y proteínas (ideal 3:1). Esto repone glucógeno y ayuda a reparar músculos. Chocolate con leche, bowls de arroz o batidos funcionan si aún no estás listo para una comida completa.
Vuelve a hidratarte, estira ligeramente y considera tabletas de magnesio o electrolitos para prevenir calambres. Si la ruta duró más de 5 horas, el reabastecimiento es tan importante como la propia ruta: tu rendimiento mañana depende de ello.
La nutrición adecuada en ciclismo gravel es estrategia, no improvisación. Conoce tu cuerpo, prepara tu equipo y entrena tu sistema digestivo igual que tus piernas. Así, cuando el terreno se afloje y las horas se acumulen, seguirás teniendo energía en el tanque y quizá un snack en el bolsillo.
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