Home » Apuestas »

COMPETENCIA ARCTIC RACE OF NORWAY: TODO LO QUE TENÉS QUE SABER

¿Una carrera de ciclismo al borde del Círculo Polar Ártico? ¡Sí, existe! Y se llama Arctic Race of Norway. Esta competencia única en su tipo combina paisajes salvajes, cultura vikinga, temperaturas bajas y emoción a flor de piel. Es una cita imperdible para los que aman las carreras con identidad, desafíos climáticos extremos y ese sabor épico que solo da pedalear donde el mundo casi se termina. En este artículo te contamos todo lo que necesitás saber: cómo se corre, qué tiene de especial, quiénes la ganaron, y cómo vivirla como fan o soñarla como ciclista. Pura pasión sobre hielo.

¿Qué hace tan especial a la Arctic Race?


La Arctic Race of Norway es una competencia profesional de ciclismo en ruta que se corre en el norte de Noruega, dentro del Círculo Polar Ártico. Es organizada por ASO, los mismos creadores del Tour de France, y forma parte del calendario UCI ProSeries. Más allá de los puntos y los equipos top, lo que la distingue es su escenografía nórdica, su clima cambiante y la mística de competir donde el sol de medianoche brilla o donde puede caer nieve en pleno agosto.


Lo que no se ve en otras carreras


  • Paisajes con fiordos, glaciares, islas y pueblos pesqueros.

  • Etapas que cruzan puentes flotantes, túneles y caminos costeros de postal.

  • Variaciones climáticas: sol, viento, lluvia o frío... ¡todo en el mismo día!

  • Recepción épica del público noruego, cálido y fanático pese al clima.

  • Un evento que mezcla deporte, cultura escandinava y turismo activo.


Es una de las pocas competencias donde los equipos viajan con camperas térmicas, neumáticos especiales y hasta estrategias pensadas para ráfagas heladas. No es sólo pedalear: es adaptarse y sobrevivir con estilo sobre la bici.


Además, al correrse en agosto, muchos ciclistas la usan como preparación para la Vuelta a España, lo que garantiza nivelazo y sorpresas. Varios corredores del Tour se dejan ver con ganas de revancha o para brillar con luz propia lejos del pelotón masivo.


Cómo se corre y quién la corre


La Arctic Race se corre a lo largo de 4 etapas (a veces 5), con una mezcla de perfiles que la hacen impredecible. Si bien no hay grandes puertos alpinos, el viento, el frío y los repechos explosivos le dan su carácter. Las bonificaciones y los cortes por abanicos son moneda corriente.


Formato y perfiles típicos


  • Etapa 1: semiurbana, ideal para sprinters potentes.

  • Etapa 2: terreno mixto, repechos cortos pero duros.

  • Etapa 3: final en alto o circuito exigente para puncheurs.

  • Etapa 4: cierre rápido con final al sprint o fuga loca.


No es una carrera de escaladores puros ni de velocistas natos. Acá brillan los ciclistas todoterreno: los que saben leer el viento, atacar en el momento justo y sufrir en repechos sin bajar el ritmo.


Entre los ganadores figuran nombres como Thor Hushovd (que además fue embajador del evento), Steven Kruijswijk, Gianni Moscon, y corredores noruegos con hambre de gloria local como Andreas Leknessund.


Equipos y clima de carrera


  • Participan equipos WorldTour, ProTeams y selecciones nacionales.

  • El clima cambia constantemente: viento lateral, lluvia fina, ráfagas heladas o sol radiante.

  • Se corre en pueblos remotos, lo que exige mucha logística.

  • Cada llegada es una fiesta local, con música, comida y banderas.


A veces, las diferencias en la general son de segundos. Una bonificación en un sprint intermedio o un corte en una curva con viento puede definir la carrera. Por eso, cada kilómetro cuenta.


null

Consejos para fans y soñadores


¿Querés seguir la Arctic Race como fan o incluso soñás con correr algo así algún día? Acá te damos algunos consejos para vivir esta locura nórdica como se debe:


Si vas como espectador


  • Llevá ropa térmica y capas impermeables. El clima cambia minuto a minuto.

  • Elegí bien los puntos de vista: los puentes, curvas y finales en alto son lo más emocionante.

  • Conectá con la cultura local: probá el salmón, visitá los fiordos, charlá con la gente.

  • Chequeá la logística: algunos pueblos no tienen hotelería tradicional, pero hay cabañas o campings.


Si querés competir algún día


  • Sumate a carreras UCI menores y hacé puntos en tu ranking continental.

  • Buscá equipos continentales europeos que participen y mandales tu CV deportivo.

  • Entrená en clima frío, sobre todo para acostumbrarte al viento y lluvia.

  • Mirá todas las ediciones anteriores: se aprende mucho de estrategia.


Y si sos más de seguirla desde el sillón, no pasa nada. Se transmite en vivo por Eurosport y otras cadenas, y cada etapa es un espectáculo visual. Es una gran excusa para juntarte con amigos ciclistas, preparar unos mates o una birra nórdica, y soñar con pedalear entre glaciares.


Porque el ciclismo también es eso: viajar con la mente, inspirarse, emocionarse y, quién te dice, animarse a entrenar más fuerte para una locura como la Arctic Race of Norway.


SABIAS QUE SE PUEDE APOSTAR AL CICLISMO? VER >